Ya llegó lo nuevo de Magali Luque, su tercer disco como solista titulado “Voy”. Según cuenta, en este nuevo disco experimenta con instrumentos un tanto extraños, seguro que como siempre las letras van a su cuenta.
No he escuchado el disco, pero sospecho que no debe defraudar mis expectativas. Como muestra, aquí va el primer corte:
Revêrie (2001) es el segundo disco del productor musical y pianista uruguayo Luciano Supervielle, siempre bajo la presentación del colectivo rioplatense Bajofondo al cual pertenece. Revêrie significa en español: “estado de espíritu ocupado de ideas vagas, químeras, ideas extravagantes”. Según el mismo Supervielle: "Rêverie, en español, quiere decir ensoñación y tiene que ver con esa dualidad de dos realidades: una que tiene que ver con el show en vivo y otra que tiene que ver con el laburo en el estudio".
No es de extrañarnos que el título del disco esté en francés: Luciano, de madre francesa, ha vivido durante varios años en París. No es tampoco de extrañarnos que el disco nos muestre la esencia de Supervielle, que va más allá de un simple pianista y dj, sino de un músico compositor que se preocupa de cada detalle de sus obras.
El disco cuenta con la participación de todos los integrantes de Bajofondo,así como varios artitas de la escena musical uruguaya como Franny Glass que compuso la letra y da la voz a una de mis canciones favoritas del disco “A donde van los pájaros” (…”estamos perdidos entre la ciudad y nuestra ansiedad”) y cuyo video oficial se estrenó hace un mes. Destaca entre las canciones además una versión en francés de “No soy un extraño” de Charly García, tema cantado por el mismo Supervielle (y con una traducción literal y musicalmente perfecta). Otro cover del disco muy recomendable es “Indios” del grupo brasileño Legiao Urbana.
Si de piezas solamente musicales se trata destacan la nueva versión de “Forma” y las canciones dedicadas a los grandes futbolistas “Zizou” y “El príncipe”. Revêrie ya forma parte de mis discos favoritos de este año y no hace más que aumentar mi admiración por la genialidad y lo polifacético que es Luciano Supervielle. Su onda algo lounge no debería encasillarlo en un disco a ser escuchado como música de fondo, nada de eso, es un disco que merece toda la atención.
